Tiempo

Día 29.

No quise escribirte ayer. Todo el mundo decía que ayer hacía un mes y a mi me dio por pensar que Febrero es tan miserable que ni siquiera tiene 30 días.

En mis 30 años, 4 meses y 12 días, nunca había estado 29 días sin hablar contigo.

¡Qué crueles son los números redondos! No concibo que lleves tantos días muerto y que yo pueda seguir respirando.

A mi estas fechas me importan poco, creo que es mucho más cruel el tiempo, en toda su inmensidad: horas, minutos, segundos… la próxima primera buena noticia, que ya nunca será igual de buena.

Esto es un desierto sin ti. Me ofende la crueldad con la que el mundo sigue girando y no veo el final de este pánico absoluto. ¿Puedes imaginarte lo difícil que es vivir algo que tú no has vivido? Tú eras el que morías y los demás debemos vivir tu muerte, sin tu ayuda. No hay rocas a las que pueda amarrar mi barca, pero no me ahogo, sigo a flote y a la deriva, pero no me ahogo… ¿cuánto dura tu muerte? Tengo la sensación de que durará toda mi vida. Y, en parte, es bonito.

Deixa un comentari